Mi espíritu combativo se satisface con tan poco...
Trato de ir lo menos posible,
al Walmart,
para no cagarme en los pobres comerciantes del barrio.
Pero cuando voy rompo todas las reglas.
Es que ¡amo la libertad!
Empujo el chango con todas mis fuerzas.
A veces incluso lo suelto y lo sigo con la vista
mientras se aleja por los pasillos vacíos.
Lo hago doblar violentamente en las esquinas.
Avanzo a toda velocidad
esquivando por un pelo a las viejas lerdas.
Freno un centímetro antes de embestir las góndolas repletas.
Dejo marcas en el piso
con cada una de mis maniobras imprevisibles.
Lo estaciono, al chango, en donde me da la gana.
Así satisfago mi espíritu combativo.
A ver si alguien me puede ganar en esto.
2 comentarios:
hasta que un dìa te rebelàs y tiras una pila de latas de tomates, como en las pelis eso......
yo uso los changuitos para patinar por los pasillos.
beso nico, recièn empiezo a leer, despues te cuento. besos
si queres rebelarte en los supermercados robales/timales, es muy facil y muy bueno para el bolsillo, recomiendo el cambio de etiqueta casi nunca falla
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